El 16 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Alimentación y en esta ocasión la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO, en inglés), tiene como lema “El agua es vida. El agua nutre. No dejar a nadie atrás”, para hacer consciencia sobre la importancia de este recurso en la producción e inocuidad de los alimentos y en general para la salud de las personas.
En ese contexto la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional de la Presidencia de la República (SESAN) como ente coordinador de la Seguridad Alimentaria y Nutricional (SAN) de Guatemala, se suma a la conmemoración recordando que en la Gran Cruzada Nacional por la Nutrición (GCNN) se implementa la línea de acción Agua segura, saneamiento e higiene, y además, se incorporó como uno de los ejes temáticos y transversales la importancia de este recurso en la Política Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional (POLSAN) 2022-2037.
La GCNN incluye tanto cuestiones de mejoramiento de infraestructura en zonas rurales y en zonas urbanas, como el mejoramiento de la sostenibilidad de estas a través de tecnologías adaptadas, manejo integrado de las fuentes de recarga hídrica (cuencas) y un marco institucional favorable que se responsabilice de las mismas, así como la incidencia en las prácticas de higiene (lavado de manos, vivienda saludable, manejo seguro del agua). Asimismo, considera importante la potabilización del agua entubada y el tratamiento del agua a nivel domiciliar para asegurar la calidad del agua para consumo humano.
Ejecutar estas acciones permite contribuir, no sólo con el derecho humano, y al agua y al saneamiento, sino con la reducción de la desnutrición, a través de la inocuidad de los alimentos, el riego de sembradíos y la higiene personal para la prevención de enfermedades gastrointestinales.
Actualmente son nueve las actividades presupuestarias vinculadas al Plan Operativo Anual en Seguridad Alimentaria y Nutricional (POASAN) que están relacionadas con el acceso al agua potable, entre construcción, mejoramiento y ampliación de proyectos, la vigilancia de este recurso, entre otros, a cargo de los ministerios de Desarrollo Social (MIDES); Ambiente y Recursos Naturales (MARN); Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA); y Salud Pública y Asistencia Social, y el Instituto de Fomento Municipal (INFOM).
A nivel gubernamental, la importancia que se le ha dado a este recurso queda evidenciado en el Informe de Agua y Saneamiento presentado en junio del presente año por la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia (SEGEPLAN) en el cual se detalla que entre 2020 y mayo del 2023, la inversión pública en agua y saneamiento ascendió a Q6 mil 572 millones que equivalen a más de 4 mil 400 proyectos.
La FAO señala que “hoy en día 2 mil 400 millones de personas viven en países sometidos a estrés hídrico (demanda de agua más alta de la que se tiene disponible). Muchos de ellos son pequeños agricultores que ya luchan para satisfacer sus necesidades diarias, especialmente las mujeres, los pueblos indígenas, los migrantes y los refugiados”.
Por eso hace el llamado a que juntos podamos tomar medidas de cuidado y buen uso del agua para fomentar una apropiada producción de alimentos, su inocuidad y ser promotores de cambio.
