La remolacha es una raíz comestible, es un cultivo que se adapta bien en climas templados y suelos ligeros, ricos en nutrientes y con buen drenaje. En Guatemala la remolacha puede producirse tres veces al año, si el productor cuenta con riego, ya que su ciclo de oscila entre los cuatro meses, cuando se trabaja con semilla, y se reduce el tiempo cuando se trabaja con pilón. Cuando los productores no cuentan con riego se realiza la siembra dos veces al año, cuando inicia el invierno.
Las semillas se siembran directamente en el suelo a una profundidad de dos a tres centímetros, con un espacio adecuado entre cada planta, para asegurar un buen desarrollo de las raíces. Requiere riego moderado, evitando el encharcamiento. Su crecimiento se favorece con fertilizantes ricos en potasio
Esta hortaliza es susceptible a plagas como pulgones y enfermedades fúngicas, por lo que es importante el manejo integrado de plagas y la rotación de cultivos para reducir estos problemas. La remolacha se cosecha cuando sus raíces alcanzan un tamaño adecuado. Se almacena en lugares frescos y secos para prolongar su conservación. Además de su valor como alimento, en varios países la remolacha también se utiliza en la producción de azúcar.
