El fuego es un elemento de la naturaleza viva con un significado místico que durante siglos ha acompañado la Cosmovisión Maya, y también en los rituales de diversas culturas.
Esta actividad permitió explicar la importancia de promover el conocimiento y la práctica ancestral, mediante la comunicación y la conexión espiritual entre el ser humano, la Madre Naturaleza y el universo.
Durante la época prehispánica los elementos que convergen con la espiritualidad y cosmovisión son el fuego, el aire, el agua y la tierra.