Los huertos comunales son mucho más que parcelas de tierra. En el caso de las familias rurales de Chiquimula, representan una fuente constante de alimentos nutritivos, frescos y accesibles, que fortalecen la salud y el bienestar de toda la comunidad.
En el marco de la iniciativa de gobierno Mano a Mano, por medio del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA), se impulsa el desarrollo de huertos comunales en tres municipios priorizados: Olopa, Jocotán y San Juan la Ermita.
Esta estrategia busca fortalecer los medios de vida de las familias rurales al promover el autoconsumo, la producción sostenible y el aprendizaje colectivo.
En Jocotán, más de 70 personas de la aldea Talquezal trabajan con dedicación en cuatro huertos comunales:
• Caserío La Palmilla 1, con 7 beneficiarios, 2 hombres y 5 mujeres, quienes riegan sus cultivos con regaderas.
• Caserío La Palmilla 2, aquí 13 personas. 6 hombres y 7 mujeres. también utilizan regaderas para cuidar sus hortalizas.
• Caserío La Ceiba 1 y 2, con 50 beneficiarios en total, ellos cuentan con sistemas de riego por goteo para optimizar el uso del agua y lograr mejores cosechas.
Estos huertos comunales proveen alimentos y son espacios de aprendizaje, donde extensionistas rurales y la nutricionista del componente de Agricultura Sensible a la Nutrición brindan asistencia técnica. En las visitas periódicas se da orientación acerca de la preparación del suelo, la correcta distancia y profundidad para sembrar, el manejo eficiente del agua y técnicas para cuidar los cultivos, lo que asegura cosechas abundantes y saludables.
En San Juan Ermita, el huerto comunal de la aldea Tasharja ya empieza a dar frutos. Las primeras cosechas fueron de rábano y realizaron una nueva siembra. Este huerto cuenta con la activa participación de 20 beneficiarios comprometidos con su comunidad y su alimentación.
Mientras tanto, en Olopa se trabaja en la identificación de un terreno adecuado para replicar dichas experiencias, garantizando que más familias tengan un espacio propio para cultivar alimentos que mejoren su calidad de vida, indicó Gustavo Pérez, técnico de campo.
Cada huerto comunal es un semillero que permite a las familias disfrutar de alimentos frescos y nutritivos en su mesa, acciones concretas que transforman vidas.