En lo alto de las montañas que rodean Rabinal se alza la fortaleza de Kajyub, un sitio arqueológico y ceremonial de gran importancia. Aunque menos conocido que sus hermanos más célebres, como Tikal, Kajyub tiene un lugar central en la cultura de Guatemala. Sus piedras ancestrales son el escenario donde se desarrolla la danza-drama “Rabinal Achí”, declarada por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
A pesar de ser poco visibilizado, Kajyub es una fuente de inspiración. El compositor guatemalteco Silber García lo demostró con el estreno mundial de su obra “Kajyub Ulew” (Tierra de Kajyub). “Con la obra busco destacar no solo la relación que han tenido los seres humanos con la cosmología maya, sino también los lugares que han sido importantes a lo largo de la historia en nuestro país”, comenta el autor.
La obra arranca con los majestuosos instrumentos de viento, a los que se unen las percusiones. Esto le da una atmósfera ritual que impresiona a quien la escucha. “Estos elementos son importantes porque en las ceremonias mayas siempre ha tenido preponderancia la trompeta de caracol, la trompeta maya”, explica García.
La pieza se presentó en el magno escenario del Patio de la Vida del Palacio Nacional de la Cultura como parte de la segunda edición de la Orquesta Nacional de Alumnos en Formación (ONAF). Esta iniciativa integra una orquesta sinfónica con alumnos de todos los centros educativos del Ministerio de Cultura y Deportes.
Para el compositor, estas iniciativas son esenciales para el país. “Escogí a la ONAF para el estreno porque yo también fui un alumno en formación”, señala, con la esperanza de desarrollar la carrera de más músicos emergentes y construir un país mejor.
“Siento una gran dicha que mi obra se haya estrenado en un lugar tan emblemático como el Palacio. Espero llegar hasta donde la música me lo permita”, concluye.