Debido a las condiciones de saturación en los suelos y la persistencia de lluvias en el territorio nacional, la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (CONRED) emitió la Alerta Institucional Anaranjada número 9 y por ello, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA), por medio de la Dirección de Información Geográfica, Estratégica y Gestión de Riesgos (DIGEGR), brinda las siguientes recomendaciones al sector agropecuario del país.
Las precipitaciones registradas durante el mes de septiembre, combinadas con los aguaceros continuos de los primeros días de octubre, han generado una saturación en los suelos superior al 50% en parte del país. Los cultivos más susceptibles a estas condiciones son: café, maíz, frijol y pastos, particularmente en los departamentos de Escuintla, San Marcos, Quetzaltenango y Petén, áreas en donde la humedad elevada representa un riesgo significativo para la producción agropecuaria.
Las condiciones inestables y lluviosas afectan a todo el territorio guatemalteco y, aunque las precipitaciones no se presenten con alta intensidad, su persistencia incrementa los riesgos debido a la infiltración excesiva y a la sobresaturación de los suelos. En estas circunstancias, incluso leves caídas de agua pueden provocar encharcamientos y estrés fisiológico en las plantas, impactando el desarrollo de los cultivos.
El MAGA recomienda al sector agrícola: evitar el tránsito y uso de maquinaria pesada en suelos saturados, ya que esto puede compactarlos aún más, reduciendo su capacidad de drenaje. Monitorear constantemente los cultivos para detectar signos tempranos de enfermedades fungosas y bacterianas, que proliferan en condiciones de alta humedad y poca radiación solar.
Dar mantenimiento a zanjas y acequias, permitiendo el flujo adecuado del agua y evitando inundaciones en las áreas agrícolas. Realizar podas sanitarias y de formación en árboles frutales o de sombra, con el fin de reducir el riesgo de quiebre de ramas por exceso de humedad o viento.
Suspender temporalmente labores de siembra en áreas con exceso de humedad hasta que las condiciones del suelo mejoren.
Mientras que para el sector pecuario se recomienda: almacenar forraje seco y asegurar el resguardo de animales en áreas elevadas o protegidas, especialmente en zonas propensas a inundaciones. Aplicar medidas de bioseguridad para prevenir enfermedades asociadas a la humedad, o problemas respiratorios, especialmente en sistemas intensivos o confinados.
Vigilar la calidad de agua de los bebederos, ya que la de lluvia puede arrastrar sedimentos, productos químicos, bacterias, aceites y desechos animales desde techos, suelos y superficies, contaminando las fuentes de abastecimiento. Procurar un buen drenaje de los potreros para evitar enlodamiento. Para aves de corral, verificar la humedad de la cama realizando volteos constantes.
El MAGA insta a los productores agrícolas y pecuarios a implementar estas medidas preventivas para mitigar los impactos en la producción.