El manejo adecuado de los pastizales es fundamental para garantizar la sostenibilidad de los sistemas ganaderos y la conservación del medio ambiente. Los pastizales son la base de la alimentación del ganado, su manejo influye directamente en la productividad, la calidad del suelo y la biodiversidad del ecosistema.
El pastoreo controlado implica regular la intensidad, duración y frecuencia con la que el ganado los utiliza. Se divide el terreno en parcelas, permitiendo que el ganado paste en una mientras las otras se regeneran, lo cual mejora la recuperación de las plantas, previene el sobrepastoreo y fomenta la regeneración del suelo.
Esta práctica diferida permite dejar descansar una parcela durante un período específico, generalmente en épocas de crecimiento, para acumular forraje y garantiza reservas para épocas de escasez, como en la temporada de lluvia o en tiempo de sequía.
Beneficios de manejo adecuado de los pastizales:
• Incrementa la producción de forraje.
• Mejora la calidad nutricional del pasto.
• Mantiene la fertilidad del suelo a largo plazo.
El manejo eficiente del agua es crucial para mantener los pastizales productivos, especialmente en zonas áridas o semiáridas. El uso de variedades de pasto adaptadas al clima, suelo y sistema de manejo, combinar gramíneas y leguminosas, mejora la calidad del forraje y fija nitrógeno en el suelo.