Este año, el festival fue especialmente significativo, pues se conmemoró el bicentenario de Sumpango como municipio, calidad administrativa que le fue otorgada en 1825. Cientos de visitantes nacionales y extranjeros se acercaron a la localidad para apreciar a los colosos de bambú y papel de china.
Diseños audaces y mensajes de respeto ancestral
A diferencia de otras comunidades, como Santiago Sacatepéquez, los constructores de los barriletes de Sumpango han optado por diseños audaces y modernos, que se asemejan a pájaros y formas geométricas variadas, apartándose parcialmente de la forma octogonal tradicional.
Más de cincuenta equipos de la localidad se organizaron para construir los barriletes. Todos ellos presentaron mensajes motivacionales o de reflexión, muchos de los cuales remitían al profundo respeto a los ancestros que se guarda en las comunidades y a otros aspectos de los rituales sagrados mayas.
Dado que en la Cosmovisión Maya los barriletes son formas de hacer contacto con los ancestros, se dedicó tiempo a lo largo del día para intentar elevarlos. Aunque es casi imposible que los más grandes alcen el vuelo, los equipos lograron que barriletes medianos, de tres a cinco metros de diámetro, volaran exitosamente en varias ocasiones.
Una tradición reconocida como Patrimonio Mundial
El año pasado, la UNESCO declaró la maravillosa tradición de los barriletes de Sumpango y Santiago Sacatepéquez como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, un hito del que todos los guatemaltecos deben sentirse orgullosos.
El Ministerio de Cultura y Deportes saluda con respeto y alegría esta tradición que mantiene viva la memoria y la identidad del pueblo guatemalteco.
