La actividad forma parte del programa de Promoción y Revitalización de la Identidad Cultural de los Pueblos y benefició a 15 mujeres de la aldea El Ingeniero.
Durante la jornada, las participantes conocieron la historia y el significado cultural del ponche de leche, bebida de profundo arraigo en las celebraciones guatemaltecas, así como del ponche de frutas, cuya preparación data de la época colonial y se enriqueció con ingredientes locales como canela, frutas de temporada y panela. Ambas bebidas, especialmente presentes en las fiestas de fin de año, simbolizan unión familiar, gratitud y renovación espiritual.
El taller incluyó la transmisión práctica de técnicas tradicionales para elaborar estas dos variedades, destacando el rol del ponche como expresión de hospitalidad y cariño en los hogares. Se subrayó la importancia de preservar estas prácticas culinarias ancestrales, pues constituyen un pilar esencial de la identidad cultural y fortalecen los lazos intergeneracionales en las comunidades.
Al finalizar, se realizó una reflexión colectiva sobre el valor de estas tradiciones, enfatizando la necesidad de reconocer la propia voz, reforzar el sentido de pertenencia y valorar el conocimiento que se transmite de generación en generación.
Como resultado, las participantes prepararon su propio ponche de leche y manifestaron un renovado compromiso por conservar y compartir las recetas tradicionales de su comunidad, mostrando gran motivación para seguir aprendiendo y transmitiendo estas costumbres culinarias.
