Como un producto “muy excelente” calificó Rebeca Hernández Pascual, agricultora de la aldea San Antonio, Pajoc, Olintepeque, Quetzaltenango, la variedad de maíz blanco ICTA-Altiplano, quien especificó “son mazorcas grandes, tiene un 100 de puntaje”.
Pascual fue una de las personas beneficiadas para cultivar dicha variedad durante el proceso de evaluación. Las siembras piloto se realizaron en localidades de los departamentos de Chimaltenango, Sacatepéquez, Sololá, Quiché, Totonicapán, Quetzaltenango, San Marcos y Huehuetenango, con el apoyo del Programa Consorcios Regionales de Investigación Agropecuaria (CRIA), del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).
Según Pascual, el maíz blanco ICTA-Altiplano se diferencia de otros por su tamaño, además de ser muy resistente a las plagas que afectan al maíz.
“Agradezco al Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación por la asesoría técnica que nos han brindado. Anteriormente no teníamos conocimiento de esto, pero gracias al personal del MAGA que nos ha orientado y capacitado para cosechar este maíz, ahora es de gran beneficio para nuestra familia”, indicó la agricultora de Olintepeque.
Esta variedad de maíz mejorado permitió mejorar la producción agregó Pascual, quien espera que el apoyo del MAGA continúe, porque ha beneficiado a su familia.
El jueves seis de marzo se realizó el lanzamiento de la variedad de polinización libre de maíz blanco, denominada ICTA Altiplano, que fue desarrollada por el Instituto de Ciencia y Tecnología Agrícolas (ICTA), por medio del Programa de Maíz/Ajonjolí, mediante técnicas de fitomejoramiento convencional, a partir de una población de maíz nativo.
La variedad tiene un alto potencial de rendimiento pues, en condiciones óptimas, puede producir hasta 90 quintales por manzana. Es decir, un rendimiento en tierras altas que se acerca al de los híbridos en tierras bajas. También destaca por su alto potencial de rendimiento y buena adaptación a los ambientes del altiplano guatemalteco.
El pueblo digno es primero.