Dentro de las acciones integrales para combatir la desnutrición aguda infantil, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA), por medio del Viceministerio de Seguridad Alimentaria y Nutricional (VISAN), entregó 228 raciones alimentarias a 76 familias con niños y niñas en condición de desnutrición aguda en el departamento de Totonicapán.
Durante la jornada, la nutricionista Sharon Baquiax, del programa de Agricultura Sensible a la Nutrición del MAGA, ofreció una charla educativa a las madres de familia, con el objetivo de orientarles acerca del adecuado aprovechamiento de los alimentos incluidos en las raciones. Además, presentó un ejemplo de menú nutritivo para desayuno, almuerzo y cena, elaborado únicamente con los productos distribuidos por el VISAN, promoviendo así una alimentación balanceada, accesible y culturalmente pertinente.
También se conversaron temas como el almacenamiento correcto de los productos y la importancia de revisar las fechas de vencimiento de los productos, para garantizar su inocuidad y calidad.
Como parte del componente práctico, se realizó una demostración culinaria con recetas preparadas con base en de los alimentos entregados, entre los que se incluyeron tamalitos de chipilín con harina de maíz nixtamalizada, horchata elaborada con hojuelas de avena y mezcla fortificada de harina de maíz y soya, así como tostadas de frijol, adaptadas a las tradiciones gastronómicas locales.
Adicionalmente, se impartió una charla relativa a la implementación de huertos familiares, acompañada de la entrega de pilones y semillas de plantas nativas, como parte de la estrategia para promover el consumo de alimentos locales y fortalecer la agricultura familiar con enfoque nutricional. Esta actividad fue facilitada por los Extensionistas para el Desarrollo Agropecuario Rural (EDAR) del MAGA en Totonicapán.
La jornada contó con el apoyo de representantes del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) y de la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional (SESAN).
Este tipo de intervenciones no solo refuerzan la seguridad alimentaria de las familias más vulnerables, sino que también empoderan a las madres para transformar los alimentos en herramientas clave para mejorar la nutrición de sus hijos. Porque el pueblo digno, es primero.
