Destacados solistas de diversos instrumentos dieron lo mejor de sí, acompañados de una versión reducida de la OSN, para brindar al público un espectáculo inolvidable. El concierto inició con la conocida Pasacaglia del compositor alemán británico Georg Friedrich Haendel, con arreglos del noruego Johan Halvorsen, en la que intervinieron como solistas Dereck López y Ángel Pérez.
A continuación, fue el turno del Concierto para dos violas TWV 52: G3 del alemán Georg Philipp Telemann, en el que intervinieron las solistas Miriam Vicenta Sarat y Rocío Pamela Pirir. Fue luego el turno de la Elegía para Contrabajo y orquesta de cuerdas del compositor francés Gabriel Fauré, con la intervención solista de José Monje.
La noche siguió, llena de magia solista, con el Concierto para 3 violines en Re Mayor del inmortal Johann Sebastian Bach. En esta pieza intervinieron como solistas Ever Alexander Alfaro en el violín 1, Marvin Eduardo Coxaj en el violín 2 y Katerin Mishell Toj en el violín 3.
Resonó luego en el auditorio el dulce Vals Sentimental para violoncelo y orquesta de cuerdas del popular compositor ruso Piotr Ilych Tchaikovsky, con la participación como solista de Abby González.
Al acercarse la presentación a su final, fue el turno de la Elegía para viola y cuerdas de Israel Ochoa con Ángel Pérez como solista, seguido del Primer movimiento del Concierto No.2 para contrabajo y orquesta de Giovanni Bottesini, siendo el turno de Luis Véliz como solista.
La hermosa presentación cerró con broche de oro con el poderoso Réquiem para tres chelos y orquesta de cuerdas del austrohúngaro David Popper, con Luís Orellana, Daniel Meléndez y Ana Galdámez como solistas de violoncelo uno, dos y tres, respectivamente, dejando en la audiencia la impresión de una noche inolvidable.
