Como parte del compromiso del Gobierno de Guatemala con la atención integral a las familias con niños y niñas en situación de desnutrición aguda, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA), dio seguimiento a hogares del municipio de Sansare, El Progreso, mediante acciones enfocadas en fortalecer la seguridad alimentaria desde el entorno familiar y comunitario.
Durante la jornada, se visitaron dos hogares afectados por la desnutrición aguda infantil, en los cuales se brindó orientación nutricional y se promovió la implementación de la agricultura familiar. Wilmer Flores y Aaron Rodas, especialistas en el área, ofrecieron una capacitación práctica relativa a la preparación del suelo, técnicas de siembra y cuidado de cultivos.
También se entregaron semillas de acelga, remolacha y cilantro, así como se establecieron huertos familiares que permitirán a las familias producir alimentos frescos y nutritivos en casa. Además, se otorgaron pilones de ixbut, planta utilizada tradicionalmente para la preparación de té que favorece la producción de leche materna, la cual también se emplea como forraje en la alimentación de animales como conejos, cabras y ganado.
De forma paralela, Janette Salazar, nutricionista de Agricultura Sensible a la Nutrición, impartió una sesión de Educación Alimentaria y Nutricional, enfocada en la preparación y aprovechamiento de mezclas vegetales para enriquecer la dieta familiar. Esta actividad fue acompañada por Oneyda Marroquín, educadora del programa Hogar Rural del MAGA, así como personal del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS), fortaleciendo el trabajo interinstitucional en la atención de esta problemática.
La combinación de asistencia técnica agrícola con educación nutricional permite avanzar hacia soluciones sostenibles que empoderan a las familias, promoviendo la producción y el consumo de alimentos locales, accesibles y saludables.
Estas acciones reflejan el compromiso del MAGA de trabajar de forma coordinada para garantizar una atención integral a la niñez afectada por la desnutrición, posicionando a la agricultura familiar como un pilar fundamental en la lucha contra el hambre y la malnutrición en las comunidades más vulnerables del país, porque el pueblo digno, es primero.
