Entre los numerosos referentes culturales de Guatemala destacan las antiguas ciudades de la civilización maya, ocultas durante siglos en las selvas del Petén. Desde mediados del siglo XIX, han ido emergiendo poco a poco, revelando su riqueza histórica y arqueológica.
Tres extraordinarias ciudades han enriquecido recientemente el panorama de las urbes precolombinas de Guatemala. Este hallazgo es resultado del arduo trabajo y la dedicación del Proyecto Arqueológico Uaxactun (PARU), que desde 2009 ha impulsado investigaciones clave para el redescubrimiento del pasado maya.
Como su nombre lo indica, el proyecto realiza investigaciones arqueológicas en un área cuyo eje central es la conocida ciudad maya de Uaxactun, pero el alcance del PARU es mucho más vasto, ya que se extiende hasta cubrir un área cercana a los 1,200 km².
En sus 17 años de trabajo, el proyecto ha descubierto alrededor de 176 sitios, incluyendo algunos de menores dimensiones. Sin embargo, sólo se han excavado veinte: diez mayores y diez menores. Entre los mayores destacan tres, cuyos resultados más recientes fueron presentados al público en una conferencia de prensa realizada en el Salón Banquetes del Palacio Nacional de la Cultura.
La licenciada Mónica Urquizú, directora técnica del Instituto de Arqueología, Antropología e Historia (Idaeh) dio la bienvenida a la conferencia y recalcó la importancia de los descubrimientos para la tipología cerámica y los conjuntos astronómicos de la cultura maya, «de la que todos debemos sentirnos orgullosos» expresó.
Eslovaquia y Guatemala unidas por la arqueología
El proyecto PARU ha sido realizado gracias a importantes colaboraciones académicas y financieras del gobierno e instituciones académicas de Eslovaquia, principalmente la universidad Comenius, cuya sede está en Bratislava, capital de ese país centroeuropeo. Fernando Montúfar, cónsul de Eslovaquia en Guatemala, asistió a la conferencia y expresó su gratitud por la dedicación y el profundo compromiso de los académicos eslovacos, quienes han trabajado arduamente en este delicado proyecto durante muchos años.
El doctor Milan Kovac, director del proyecto, presentó los aspectos más relevantes de los recientes hallazgos. La conferencia estuvo centrada en Los Abuelos, Petnal y Cambrayal, tres ciudades dispuestas en forma de triángulo y separadas entre sí por aproximadamente 5 kilómetros.
De las tres, la más importante es la ciudad conocida como Los Abuelos, cuyo nombre deriva de dos esculturas, denominadas técnicamente “5A” y “5B”. Estas figuras representan a un hombre y una mujer, quienes, según se cree, simbolizan una pareja ancestral. Por ello, fueron denominadas “el abuelo” y “la abuela”. La ciudad tuvo una intensa ocupación durante el Preclásico Medio y el Preclásico Tardío, posteriormente fue abandonada, pero volvió a ser habitada en el Clásico Tardío, lo que reafirma su relevancia como un importante centro ceremonial.
Además de las esculturas mencionadas, el sitio de Los Abuelos alberga un tipo de conjunto arquitectónico conocido por los arqueólogos como Grupo E, utilizado como observatorio astronómico. La disposición de sus edificios permite registrar con precisión los solsticios y equinoccios. Si bien el Grupo E de la ciudad de Uaxactun es ampliamente conocido, los investigadores creen que el de Los Abuelos es aún más antiguo.
Al pie de las esculturas de Los Abuelos se halló un entierro humano, y a poca distancia de este, los restos de dos felinos. Entre las ofrendas descubiertas se encontraron vasijas, conchas y puntas de flecha, además de una estela erguida que aporta valiosa información sobre el sitio.
Ciudades con personalidad propia
A diferencia de Los Abuelos, que era un centro ceremonial, la ciudad de Petnal era seguramente un centro político, ya que tenía una monumental pirámide de 33 metros de altura. En su cumbre hay una habitación en buen estado de conservación, que en su interior muestra restos de pintura mural sobre estuco, en tonos rojos, blancos y negros, lo que constituye otro extraordinario descubrimiento en la zona. Tanto en esta ciudad como en Los Abuelos se encontraron altares zoomorfos con forma de rana.
Para concluir la sección informativa, Kovac destacó los hallazgos en la tercera ciudad, Cambrayal, que posee una característica fascinante: una red de canales de 57 metros de longitud. Estos nacen en un reservorio de agua situado en la parte alta de un palacio y se extienden hacia los alrededores a través de la fachada. Los canales, revestidos de estuco, no parecen haber servido para transportar agua, sino más bien desechos, funcionando como un sistema de desagüe. Además, en el sitio se descubrió una escultura del tipo “barrigón”, una forma común en varios asentamientos de la Costa Sur.
Al igual que la primera ciudad, las dos anteriores siguieron un patrón similar de ocupación. Fueron habitadas durante gran parte del Preclásico, posteriormente abandonadas y, siglos después, redescubiertas, reconstruidas y repobladas en el Clásico Tardío.
Luego de la intervención del doctor Kovac, la codirectora del proyecto, doctora Dora García, destacó que, aunque lo presentado es sólo un resumen de los resultados, la cantidad de datos y hallazgos es enorme. «Cada pedacito que podemos obtener de las excavaciones es fundamental, como una pieza del gran rompecabezas que estamos armando», señaló la arqueóloga.
El descubrimiento de estas tres ciudades es un auténtico tesoro que enriquece el patrimonio de los guatemaltecos y de la humanidad entera.