La agrupación más reciente de la Dirección de Fomento de las Artes fusionó música clásica europea con el alma guatemalteca, llevando a cabo su Concierto Inaugural en La Recolección, en la zona 1.
Las melodías se unieron a la arquitectura neoclásica con este ensamble de viento madera.
El programa musical fue un viaje sonoro que entrelazó culturas. La primera parte del concierto incluyó la Obertura de Las bodas de Figaro de Mozart, el Quinteto No. 1 en Sib mayor de Cambini y la Pavane pour une infante défunte de Ravel.
En un tributo a la herencia musical del país, la segunda parte brilló con las interpretaciones de Luna de Xelajú de Paco Pérez y Noche de luna entre las ruinas de Mariano Valverde, y demostró el virtuosismo único de la agrupación.
La noche culminó con la enérgica pieza Libertango de Astor Piazzolla, lo que marcó un inicio memorable para el quinteto.
Este proyecto nace para continuar con el fomento de la música de cámara en el país y la formación de futuros músicos por medio de conciertos didácticos, talleres y ensambles para potenciar su talento.
El conjunto lo integran Rubí Escobar (flauta), Angela Jayes (corno francés), Joaquín Paniagua (oboe), Levin Girón (clarinete) y Marlón Chacón (fagot).
Al evento asistió el viceministro de Cultura, Rodrigo Carrillo, el director de Fomento de las Artes, Fernando Archila, y el jefe de Instituciones Artísticas, Fredy Sagastume.
El párroco del templo, Julio Alejandro Barrios Azurdia, destacó la conexión entre la restauración del espacio y el arte, y expresó: “Bienvenidos a este tiempo, que nos ayuda a también encontrar ese gozo de saber que Dios nos da a través de la música, de los sentidos, su cercanía y ese encuentro con los demás.”