Una actividad agrícola de importancia es el cultivo de la mandarina, el que en Guatemala se desarrolla en regiones como Alta Verapaz, Zacapa, y Chiquimula, en donde las condiciones climáticas y de suelo son ideales para su producción.
La mandarina es un fruto que pertenece a la familia de los cítricos, que se adapta bien a zonas de clima cálido y subtropical, con altitudes que oscilan entre los 400 y 1,500 metros sobre el nivel del mar. La temporada de cosecha suele abarcar de noviembre a marzo, aprovechando la demanda tanto local como internacional, especialmente durante las festividades de fin de año.
La mandarina representa una fuente de ingresos significativa para las comunidades rurales y se comercializa ampliamente en mercados locales y exportaciones, fortaleciendo la economía agrícola del país.
