Una actividad económica clave, especialmente en áreas rurales, es la crianza de pollos de engorde, actividad que se desarrolla en todos los municipios del país, debido al rápido retorno de la inversión y su alta demanda en el mercado.
La crianza es un proceso que implica el cuidado intensivo de pollos durante un período corto, generalmente entre seis y ocho semanas, el cual se debe realizar en ambientes controlados para maximizar el crecimiento y minimizar las enfermedades.
El manejo sanitario es crucial por lo cual, para prevenir infecciones, se deben implementar programas de vacunación y estrictas medidas de bioseguridad. Los ambientes deben mantenerse limpios, con adecuada ventilación y control de humedad.
Los productores utilizan galpones equipados con sistemas de ventilación, calefacción y alimentación automática, factores que garantizan un crecimiento óptimo. Además, se emplean raciones equilibradas con alto contenido proteico para acelerar el desarrollo muscular de las aves (JB/ea).
