Cada 8 de diciembre se celebra el aniversario de esta expresión cultural del departamento de Quiché que fue reconocida mediante el Acuerdo Ministerial 347-2010 como Patrimonio Cultural Intangible de la Nación por constituir una tradición, una manifestación social y cultural que ha perdurado por más de un siglo en la memoria colectiva de su población.
Desde hace más de un siglo
Desde 1892, decenas de conviteros recorren las calles de Chichicastenango portando coloridos disfraces y máscaras elaboradas por artesanos locales que representan un legado transmitido de generación en generación.
Esta expresión se realiza el día de la Inmaculada Concepción de María como símbolo de devoción hacia esta creencia católica que afirma que la Virgen María fue preservada del pecado original desde el primer instante de su concepción.
Los preparativos comienzan el 7 de diciembre, día en que se celebra la Quema del Diablo. Para iniciar, los participantes se reúnen en un rezo dedicado a la Virgen de Concepción y posteriormente queman fuegos artificiales.
Los reciben con comida y bebidas
Al día siguiente, el 8 de diciembre, la celebración comienza desde las primeras horas de la mañana cuando los conviteros inician su recorrido por las calles de Chichicastenango. En diferentes hogares, las familias los reciben con comida y bebidas, acompañados por marimba y otros elementos propios de la tradición local.
Conforme avanza el día, el convite transcurre entre presentaciones, visitas y danzas que llenan de música y color el municipio. Al caer la noche, los conviteros se reúnen frente a la iglesia para culminar esta festividad.
