El inicio de este convite tiene su origen en el Baile de los Feos, según comentan algunos integrantes. Es un baile y celebración en honor de Santa Elena de la Cruz, patrona de Santa Cruz del Quiché.
Se tiene registros de que la primera vez que se realizó este convite fue el 17 de agosto de 1913, convirtiéndose en una manifestación cultural de Quiché que se celebra hace más de 100 años.
Los convites son más que celebraciones o desfiles; con el paso del tiempo han representado entramados de costumbres, danzas, música, trajes y cosmogonía que se transmiten de generación en geración.
Los trajes que utilizan son una obra de arte que están elaborados con fibra de vidrio y otros materiales. Las ideas para confeccionarlos surgen de los artesanos y de los conviteros.
Presentaciones llenas de devoción, arte y cultura
Los convites representan una parte de la diversidad cultural que existe en Guatemala.
La preparación del convite comienza con ensayos que se realizan con dos meses y medio de anticipación, aproximadamente. Quince días antes de la presentación oficial, se hace un recorrido de prueba, y un día previo a la presentación final se realiza un ensayo general, acompañados de música en vivo.
El día del convite se convierte en un espectáculo con los bailes recorriendo las avenidas y calles de Santa Cruz del Quiché, haciendo paradas programadas y siendo una interacción directa con la comunidad. Son acompañados de fuegos artificiales y todos los elementos que hacen de esta tradición una manifestación cultural única.
El 29 de julio de 2003 fue publicado en el Diario de Centro América el Acuerdo Ministerial 398-2003 que declaró oficialmente al Baile del Convite de la Hermandad Santa Elena de la Cruz, Quiché, como Patrimonio Cultural Intangible de la Nación.
En el Viceministerio de Patrimonio Cultural y Natural del Ministerio de Cultura y Deportes reconocemos y valoramos el trabajo de las comunidades que, con dedicación y orgullo, preservan y transmiten este legado a las futuras generaciones. Reafirmando el compromiso del Estado guatemalteco con la salvaguarda de su invaluable herencia inmaterial, que continuan fortaleciendo la identidad guatemalteca.
Autora: Jenniffer Mancilla