Este compendio reúne textos poéticos de sus cuatro publicaciones anteriores: “Homenaje rabioso” (1987), “Azul profano” (1995), “Para clavecín y estrella” (1998) y la obra que da título a esta antología, “Con pies de plomo”, publicada originalmente en 1981.
Con su barba ya encanecida, su elevada estatura y su mirada intensa, Martínez se asemeja a un personaje de una novela de realismo mágico; uno que, además, escribe poesía, haciendo el bucle aún más alucinante.
Nacido en 1953 en la aldea El Cuje, Santa Rosa, el autor vivió una vida intensa y azarosa. Desempeñó multitud de oficios antes de desembocar, como un río bravo, en la literatura.
Asimismo, participó activamente en el movimiento revolucionario guatemalteco, acicateado por las injusticias que contemplaba por doquier.
Fue en ese contexto, con un despliegue de audacia (y un toque de descaro), que en lugar de adoptar un pseudónimo indetectable, como solían hacer la mayoría de sus camaradas, simplemente redujo su nombre a su apócope, siendo “Otto Martín” su nom de guerre, bajo el cual publicó sus primeros poemas.
El evento tuvo lugar en el Salón Banderas del Palacio Nacional de la Cultura y estuvo lleno de momentos memorables.
Rodrigo Carrillo, viceministro de Cultura, recordó con emoción los instantes que compartió con el autor en los espacios culturales de la ciudad a finales de los noventa y principios de los dosmiles, cuando la crema y nata de la cultura de posguerra se reunía en la mítica Bodeguita del Centro.
Por su parte, las poetas Carolina Escobar Sarti y Ana María Ardón leyeron poemas del libro, destacando el tierno pero ácido humor de los textos y sus ricas referencias míticas, que abarcan desde el Ulises homérico hasta Adán y Eva.
Para cerrar con broche de oro la magna velada, y como una sorpresa muy especial, el MCD presentó en público a su más reciente agrupación musical: el quinteto de viento-madera “Xocomil”, que deleitó a los asistentes con un variado repertorio, concluyendo así una gran noche para las letras del país.