Actualmente, continúan los trabajos en la subestación eléctrica, ubicada dentro de esta joya arquitectónica, a un costado del Teatro de Cámara «Hugo Carrillo». Esta subestación alimenta diferentes espacios del CCMAA, con el objetivo de brindar una iluminación adecuada y segura.
En este momento, se encuentra en la quinta fase de siete, que incluye la conexión y alimentación de barra ducto, el cableado de más de 1,200 metros de acometida principal calibre 3/0AWG y los transformadores A y B de 1,000 KV. Se está implementando la instalación de las celdas de baja tensión (BT) a los transformadores «A» y «B», para alimentar la distribución de energía y realizar las pruebas correspondientes para las conexiones desde el suministro eléctrico a la acometida principal.
Las nuevas celdas incorporan tecnología avanzada, permitiendo el paso de la electricidad sin interrupciones, de manera más limpia y fluida. Esto asegurará que nuestro escenario emblemático recupere el brillo que hace resaltar el diseño creado por el maestro Efraín Recinos.
Con el paso del tiempo, la antigua subestación comenzó a deteriorarse, provocando daños a los diferentes circuitos, tanto de fuerza como de iluminación en el recinto cultural. Además, una celda de media tensión (MT) había sufrido desperfectos, por lo que este cambio y mantenimiento de equipo y tecnología en toda la subestación que alimenta el Teatro Nacional era necesario para volver a la normalidad y evitar sobrecargar cualquier área que brinda este recurso eléctrico.
Próximamente, se realizará la liberación de piso para la reubicación y conexión de las nuevas celdas de media tensión, cuyo ingreso se espera durante febrero. Este trabajo ya cuenta con la autorización bajo la resolución DGPCYN 594-2024 del Departamento de Conservación y Restauración de Bienes Culturales Inmuebles (DECORBIC).
Entre los trabajos anteriores, se realizó el desmontaje de las celdas existentes: once celdas BT y tres MT, para un total de 14 celdas que se conectan a los transformadores. Estos cambios aseguran un flujo energético y duplicarán la vida útil del equipo en comparación con las instaladas desde la inauguración del Teatro Nacional en 1978, implementando un sistema de operación y monitoreo con la finalidad de brindar un mejor servicio a usuarios y visitantes.