Una planta tradicionalmente cultivada en Guatemala es el chipilín, especialmente valorada en la región del oriente y sur del país. Esta leguminosa se caracteriza por sus hojas verdes y su alto valor nutritivo, aportando vitaminas A, C y hierro a la dieta local.
Su cultivo se realiza, principalmente, en pequeñas parcelas familiares o huertos urbanos. El chipilín se adapta bien en climas cálidos y suelos bien drenados. Es una planta de crecimiento rápido y requiere poca atención, lo cual la hace accesible para la agricultura.
En Guatemala, el chipilín es un ingrediente básico en diferentes platos típicos, como los tamales y las tortillas de chipilín, lo que impulsa su demanda y producción.
