Cada 13 de agosto se conmemora en Guatemala el Día Nacional del Maíz, de acuerdo con el Decreto 3-2014 del Congreso de la República de Guatemala. Este grano milenario es un cultivo originario de nuestro país, es parte de la identidad y la base de la alimentación diaria de millones de personas.
Este día es propicio para reflexionar acerca de su rol esencial en la seguridad alimentaria de los guatemaltecos y guatemaltecas, porque no es solo un cultivo, es historia, es familia, es vida, es el elote asado en las calles y la tortilla caliente al centro del hogar. Las dos especies de teocintle, consideradas el ancestro silvestre del maíz, se encuentran en Guatemala.
Una de estas está estrechamente relacionada con el maíz cultivado y se distribuye en la región huista de Huehuetenango, específicamente en los municipios de Jacaltenango, Santa Ana Huista y San Antonio Huista, conocida como Salik’ o Zea Mays. La otra especie, conocida como Zea luxurians, se encuentra en la región oriente del país, en los departamentos de Jalapa, Jutiapa y Chiquimula.
El Popol Vuh nos dice que el hombre fue hecho de maíz y hoy sabemos que este grano aporta nutrientes esenciales y es el ingrediente principal de las preparaciones qué forman parte de la dieta cotidiana de la población guatemalteca.
En el aspecto productivo, este cultivo es un motor económico del que dependen miles de pequeños y medianos productores, generando ingresos y empleo en áreas rurales.
Según el último informe situacional de granos básicos, se estimaba que, en 2023, el cultivo de maíz ocupaba una superficie de 1 millón 155 mil 600.99 hectáreas, equivalentes al 10.61% del territorio nacional. La estimación de la producción del grano es de 45 millones 760 mil 490.40 quintales, con un rendimiento a nivel nacional estimado de 39.60 quintales por hectárea.
El Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA) trabaja arduamente para fortalecer la producción y el consumo de maíz en el país. Entre las acciones se incluyen programas de asistencia técnica, entrega de semillas adaptadas a condiciones climáticas adversas y apoyo a la comercialización.
Muestra de lo anterior es la entrega de semilla de maíz mejorada ICTA H-17TMA, ICTA HB-1ACP+Zn e ICTA B-7TS a 6330 productores de las regiones de la Costa Sur, Oriente y Alta Verapaz de parte del Departamento de Granos Básicos de la Dirección de Desarrollo Agrícola del Viceministerio de Desarrollo Económico Rural (VIDER). Estas son variedades mejoradas, resistentes a la sequía, adaptables al clima regional y de mayor rendimiento por planta.
Estas acciones contribuyen a que el maíz guatemalteco sea competitivo y sostenible. Este cultivo es un vínculo entre el pasado y el futuro, reconociendo su importancia para el desarrollo de Guatemala.