Durante la jornada, se generó una profunda reflexión sobre la creciente pérdida de respeto hacia los adultos mayores en la sociedad actual. Se rememoró cómo en épocas anteriores, el respeto hacia los ancianos se incrementaba con la edad, siendo una práctica común inclinarse ante ellos para solicitar su bendición.
Además, se compartió conocimiento ancestral sobre el concepto de “persona sabia”, el cual se atribuye al cumplir 52 años. Este número simboliza la multiplicación de los cuatro elementos principales por las trece energías de los veinte nahuales, representando una profunda conexión con la cosmovisión maya.
Se contó con la participación de diez personas de la tercera edad, quienes compartieron sus vivencias y sentimientos ante la realidad que enfrentan. Con tristeza, muchos expresaron el abandono que experimentan tras años de esfuerzo y sacrificio dedicados a sus familias, manifestando que “el tiempo se hace eterno ante esta realidad”.
También se habló del simbolismo del nahual Aj, considerado el guardián de la familia. Según la cosmovisión maya, tanto el miembro más joven como el más anciano cierran el círculo familiar, representando así el inicio y el fin de la vida.
El conversatorio facilitó un enriquecedor intercambio de ideas, preguntas y comentarios, resaltando la invaluable sabiduría ancestral de los pueblos indígenas y la urgente necesidad de rescatar estos valores para transmitirlos a las nuevas generaciones.