El colectivo Proyecto Apartamento 302 presentó “La caja de las voces”, una poderosa obra de teatro que explora la realidad del desamparo de la niñez en situación de calle, en el marco del Festival de Junio 2025 que impulsa el Ministerio de Cultura y Deportes (MCD).
La obra, presentada el 28 de agosto en el Teatro de Cámara “Hugo Carrillo”, del Centro Cultural Miguel Ángel Asturias, se centra en el relato del “Negro”, un hombre que sobrevivió a una infancia de violencia. Su testimonio da vida a sus amigos de la calle: el Canche, el Flaco, la Colocha y la Tufitos.
El “Negro” y sus amigos viven libres en los alrededores de la Plaza de la Constitución de Ciudad de Guatemala, donde tratan de tener una vida digna. Sin embargo, esa libertad y sus anhelos de superación, que al principio ven como un juego, chocan con un entorno de hostilidad, violencia e incluso comercio sexual que les cobra un alto precio.
Un hito del teatro nacional con visión internacional
Basada en un cuento de Benjamín Arévalo, con dirección de Estuardo Galdámez, “La Caja de las Voces” es un auténtico hito del teatro nacional. La obra ya trascendió fronteras, con presentaciones en noviembre del año pasado en Sao Paulo, Brasil, y tiene invitaciones para llevarla a Costa Rica y Colombia.
La pieza es de corte vanguardista y combina la actuación con complejas escenas de baile y expresión corporal, con coreografía de Josué Castro. La obra también cuenta con elementos innovadores, como una escena donde los actores rompen la cuarta pared para dialogar con el director.
Una obra que busca incomodar para generar conciencia
El colectivo, conformado por Adela Pensabene, Sofía Barrios, Jorge Fajardo, además de Arévalo y Castro, presenta una crítica a la instrumentalización de la infancia en situación de calle por parte de sectores de la sociedad que buscan beneficios sin preocuparse por el verdadero bienestar de los menores.
“El objetivo principal de la obra es incomodar al público, porque siento que nos quejamos mucho de la violencia, de la gente de la calle, pero no entendemos que también fueron niños y niñas, y no los vemos”, dice el director Estuardo Galdámez sobre el poderoso mensaje de la puesta en escena.