La Plaza de la Constitución, un lugar emblemático de Guatemala, fue el escenario para el desarrollo del Ensamble de la Orquesta Sinfónica Nacional con la Banda Sinfónica Marcial, y conmemorar el 80 aniversario de la gesta revolucionaria del 20 de octubre de 1944, un legado que sigue vivo en las nuevas generaciones del país.
El concierto de la Revolución fue presenciado por el Presidente Bernardo Arévalo, junto a la Vicepresidenta, Karin Herrera; la Primera Dama de la Nación, Lucrecia Peinado; el Secretario de Comunicación Social de la Presidencia, Santiago Palomo; el Ministro de Gobernación, Francisco Jiménez; ministros de Estado y funcionarios del Organismo Ejecutivo.
Durante su discurso, el Presidente Arévalo destacó que hace 80 años tuvo lugar un evento extraordinario en la historia del país, que marco un antes y un después en la construcción de nuestras vidas, familias, sociedad y en la forma de hacer política en democracia. Además, el funcionario subrayó que hoy se rinde un homenaje a los líderes de la Revolución y a toda una generación que dejó un ejemplo de lucha y compromiso por una sociedad más libre, justa, equitativa y armónica.
También el Gobernante enfatizó en la importancia del legado proyectado en las nuevas generaciones, en esos jóvenes que luchan por construir un futuro diferente para Guatemala. “En ellos vive nuestra Revolución que seguirá siempre viva”, puntualizó. En cuanto a materia de seguridad, el Mandatario resaltó la reciente convocatoria de 3 mil 500 plazas para aspirantes agentes de la Policía Nacional Civil (PNC), quienes, con vocación de servicio, se integrarán a la institución para reafirmar su compromiso con la seguridad del país.
Cabe resaltar que numerosas familias guatemaltecas se congregaron en la plaza para formar parte de este valioso legado, y deleitarse con las diferentes piezas musicales interpretadas durante el Ensamble de la Revolución, como Luna de Xelajú, y la Obertura 1812 de Tchaikovsky. Durante los festejos, se incluyó el replicar de las campanas de la Catedral Metropolitana, así como la detonación de los cañones de artillería, en homenaje al legado revolucionario que cambio la historia de Guatemala.