En un acto que refleja el firme compromiso del gobierno con la seguridad ciudadana y la profesionalización de las instituciones encargadas de velar por la protección de la población, la Presidenta en funciones, Karin Herrera, realizó una supervisión en la Academia de la Policía Nacional Civil (PNC), acompañada por el Ministro de Gobernación, Francisco Jiménez; el Viceministro de Seguridad, José Portillo; el Viceministro de Tecnología de la Información y las Comunicaciones, William Cameros; la Viceministra de Prevención de la Violencia y el Delito, Mayda De León; y el Director General de la PNC, David Custodio Boteo, quien subraya la importancia que se le otorga a la formación y capacitación de los agentes policiales en el país.
Esta visita no solo simboliza un respaldo institucional, sino que también evidencia el interés del gobierno en garantizar que los procesos educativos en la Academia de la PNC cumplan con los estándares de calidad requeridos para formar a los agentes de seguridad con altos niveles de competencia, ética y profesionalismo. La supervisión busca fortalecer los mecanismos de enseñanza, promover la cultura del respeto y la excelencia, y asegurar que los futuros policías estén debidamente preparados para enfrentar los desafíos de la seguridad pública.
La Academia de la PNC es considerada uno de los pilares fundamentales en la estructura de seguridad del país, dado que es la institución encargada de la formación inicial y continua de los agentes que trabajan en la protección de la ciudadanía. La visita de las máximas autoridades del Estado a esta institución refleja el compromiso del gobierno con una política de fortalecimiento institucional y mejora continua que busca promover una cultura de respeto por los derechos humanos, la ética profesional y compromiso social en los futuros policías, elementos esenciales para construir una fuerza policial confiable y eficiente.
Este enfoque en la formación y el fortalecimiento de la PNC también se traduce en acciones concretas que buscan dotar a los agentes de los recursos y conocimientos necesarios para desempeñar sus funciones con efectividad. La calidad en la educación policial es un requisito indispensable para garantizar el respeto a los derechos humanos, la utilización de nuevas tecnologías y la adaptación a los cambios en la dinámica delictiva. La inversión en capacitación y profesionalización policial es, por tanto, una estrategia clave para reducir la inseguridad y brindar mayor confianza a la población.