Luego de una intensa semana de conversatorios sobre literatura, periodismo, política, libertades y mucho más, la vigésimo quinta edición del festival Centroamérica Cuenta concluyó con un evento especial: la entrevista de la directora del diario español El País, María José “Pepa” Bueno, al presidente Bernardo Arévalo de León.
El evento fue un ejercicio magistral en el arte de entrevistar a un funcionario público, en el que Arévalo demostró su conocimiento sobre la realidad del país y su solvencia para responder los cuestionamientos.
Bueno inició la charla citando a Miguel Ángel Asturias: «Toda obra, literaria, científica o de otro tipo, debe estar respaldada por una conducta». A partir de esta premisa, preguntó a Arévalo si consideraba posible que la conducta política pudiera estar respaldada por una ética. En respuesta, el presidente citó a la fallecida exdiputada y exministra de Salud, Lucrecia Hernández Mack, quien afirmaba que una herramienta fundamental para hacer política es tener una brújula ética. Añadió que la idea rectoral detrás de los textos de Nicolás Maquiavelo —según la cual el fin justifica los medios— ya no debe ser el principio que rija la política.
Expectativas y riesgos
La conversación abordó diversos temas, incluyendo las expectativas generadas por la llegada de Arévalo al poder y el persistente asedio de las redes de corrupción contra su gobierno.
El mandatario recordó la gesta cívica que le permitió asumir el cargo, un proceso a partir del cual se ha trabajado para fortalecer las instituciones democráticas. Si bien reconoció que las redes político-criminales continúan operando, aseguró que su influencia se ha debilitado.
Bueno preguntó si existía el riesgo de que Arévalo no concluyera su mandato. Con tranquilidad, el presidente respondió que no existía tal peligro y que no sólo cumpliría los cuatro años de gobierno para los que fue electo, sino que el próximo año nombraría al sustituto de la actual fiscal general, conforme al plazo constitucional. Este anuncio generó una ovación del público presente.
En este contexto, Arévalo explicó por qué no ha separado de su cargo a la fiscal general, quien ha sido un obstáculo constante para su administración. «Hay herramientas legales para hacerlo, pero aquí la Constitución dice lo que la Corte de Constitucionalidad dice que dice, y no tenemos garantía sobre cuál será su interpretación». Sobre los riesgos que ello implica, señaló: «Nosotros conocemos el tablero. Las redes esperan un error para defenestrarme políticamente». No obstante, afirmó con optimismo: «Tenemos claro que parte de su estrategia era garantizar que los seis nombres de los candidatos a jefe del Ministerio Público fueran controlados por ellos, pero esto no ha sucedido». Arévalo se mostró seguro de que, en el listado que recibirá, habrá al menos un par de buenos candidatos.
Guatemala en el entramado internacional
Cuestionado sobre la relación con el gobierno de Donald Trump, Arévalo afirmó que las negociaciones sobre tarifas impuestas por el expresidente estadounidense están por comenzar. También señaló que se tomarán medidas para abordar la crisis migratoria.
El presidente se refirió a la migración como un fenómeno «inherente a la civilización», evocando los orígenes de la humanidad: «Desde que el homínido bautizado como Lucy salió del valle del Rift en Etiopía». Recordó que, según la Constitución Política de la República, todos los centroamericanos son guatemaltecos de origen y pueden solicitar su declaratoria de nacionalidad guatemalteca sin problemas, recalcando que «la verdadera respuesta a la migración es el desarrollo».
A nivel global, Arévalo reafirmó su compromiso con el multilateralismo y el derecho internacional: «A Guatemala no le conviene vivir en ese sistema de grandes animales y pequeños animales en la selva. Hemos planteado que hay que reformar el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, un organismo necesario, pero que requiere cambios».
En respuesta a la inquietud de Bueno sobre la etapa volátil, incierta e inestable que atraviesa el mundo, Arévalo ofreció una visión esperanzadora: «Históricamente, el resultado de estas crisis es que se genera un nivel superior de estabilidad. Tenemos que tratar de visualizar, no tanto el deterioro, sino lo que podemos aprovechar». A esto, la periodista respondió con una sonrisa: «Se agradece el optimismo».
Reconocimiento a las comunidades indígenas
Arévalo concluyó resaltando el trabajo que su administración realiza en coordinación con los distintos grupos indígenas de Guatemala, cuyo respaldo fue fundamental para su toma de posesión. «Tenemos 12 acuerdos y una serie de agendas de desarrollo con ixiles, xincas, chortíes y comunidades de Santa Lucía Utatlán. Son acciones concretas que requieren soluciones: carreteras, puestos de salud, problemas ancestrales de tierras».
Bueno cerró la entrevista con un mensaje de despedida: «Presidente, muchas gracias. Mucha suerte para Guatemala, mucha suerte para este gobierno».