Guatemala es un país con una gran diversidad climática y geográfica, lo que influye en la variación de terrenos para la agricultura. La altitud, el tipo de suelo y el clima determinan qué cultivos pueden crecer en cada región.
El país cuenta con siete regiones agrícolas principales, cada una con características distintas que favorecen diferentes tipos de cultivos.
Las tierras altas es la región comprendida entre los 1500 a 3500 metros sobre el nivel del mar (SNM). Están ubicadas en los altiplanos occidental y central, en los departamentos de Quetzaltenango, Totonicapán, Huehuetenango, Chimaltenango.
Su clima va de templado a frío, con lluvias moderadas. Los suelos son volcánicos y ricos en minerales, pero con riesgo de erosión. Los principales cultivos son papa, trigo, cebada, hortalizas (zanahoria, lechuga, brócoli), café de altura.
Valles abiertos o planicie, es la región comprendida entre los 900 a 1500 metros SNM y están en los departamentos de Baja Verapaz, Jalapa, Chiquimula, Sacatepéquez. Su clima es templado y con estaciones marcadas. Los suelos son fértiles y aptos para cultivos intensivos, entre los cuales destacan frutas (manzana, durazno, aguacate), hortalizas, maíz, frijol.
Tierras Bajas y Trópico Húmedo, corresponden a la región entre cero y 900 metros SNM, ubicadas en la Costa Sur, Izabal, Petén. El clima es cálido y húmedo, con altas precipitaciones. Lo suelos son arcillosos y con alta materia orgánica. Entre los cultivos principales están el plátano, caña de azúcar, palma africana, cacao, banano, cardamomo.
Tierras de la Costa Sur son las que se encuentra en los departamentos de Escuintla, Suchitepéquez, Retalhuleu. El clima es cálido y seco, con lluvias moderadas. Los suelos son volcánicos, profundos y altamente productivos. Los principales cultivos son la caña de azúcar, café, arroz, maíz, hortalizas.
El conocimiento de la clase de terreno para la siembra ayuda para la selección de los cultivos adecuados para ellos, en especial para aprovechar mejor las condiciones climáticas y del suelo. Además, para la maximización de la productividad, es necesario implementar prácticas agrícolas correctas, lo cual mejora el rendimiento y calidad de los productos.
En Guatemala, el conocimiento de la variación de terrenos es esencial para la agricultura. Los agricultores y expertos han identificado las mejores regiones para cada cultivo, permitiendo una producción eficiente y sostenible. Aprovechar las características del suelo y el clima garantiza una mejor cosecha y desarrollo del sector agrícola.