La vacunación de aves es fundamental para mantener la salud y productividad, especialmente en el caso de las aves de corral como pollos, pavos y gallinas ponedoras.
Las aves son susceptibles a diversas enfermedades como la gripe aviar, Newcastle, bronquitis infecciosa y salmonelosis, entre otras. La vacunación reduce la incidencia de estas enfermedades, minimizando el riesgo de brotes que pueden poner en riesgo a las poblaciones avícolas.
Las enfermedades en aves pueden representar riesgos para la salud humana si el animal enfermo entra en la cadena alimentaria. La vacunación asegura que los productos avícolas sean seguros para el consumo.
Las aves vacunadas tienden a ser más sanas, con mayor crecimiento y mejor calidad de vida, lo que también se traduce en productos de mejor calidad para el consumidor.
