La Dirección General de Desarrollo Cultural del Ministerio de Cultura y Deportes gestiona esta actividad en el marco de la acción “Promoción y revitalización de la
identidad cultural de los pueblos”.
Treinta participantes de todas las edades de la comunidad Xalbal, entre niñas, niños, jóvenes y personas adultas, asistieron al espacio de diálogo y exposición. Las y los asistentes interactuaron activamente, compartieron experiencias personales y familiares, y reflexionaron sobre los hechos que marcaron la vida de sus familias y de su comunidad durante y después del conflicto armado interno.
El encuentro evidenció el profundo interés de la población por los procesos de sanación emocional, espiritual, mental y material, tanto individuales como colectivos.
Los participantes destacaron que recordar constituye un paso fundamental para transformar el dolor en aprendizaje colectivo y para avanzar hacia la reconciliación.
Proceso de sanación desde la perspectiva comunitaria
La actividad abordó el proceso de sanación desde una perspectiva comunitaria, con énfasis en la escucha respetuosa y el intercambio intergeneracional. Se subrayó que la reconstrucción de la memoria histórica no solo mira al pasado, sino que proyecta un futuro en el que las nuevas generaciones comprendan la importancia de la paz, la justicia y el respeto pleno a los derechos humanos.
Estos espacios permiten que las personas expresen libremente sus emociones, compartan testimonios y reconozcan su propio valor en la reconstrucción del tejido social. La memoria, entendida como un acto de dignificación, contribuye decisivamente a que las comunidades fortalezcan su identidad cultural y recuperen su voz después de décadas de silencio impuesto.
Al finalizar, las y los participantes coincidieron en que iniciativas como esta refuerzan la esperanza de un porvenir sin violencia y consolidan el reconocimiento de las comunidades como protagonistas de su propia historia.
Con acciones de este tipo, el Ministerio de Cultura y Deportes reafirma su compromiso de acompañar de manera respetuosa los procesos comunitarios que fortalecen la dignidad, la resiliencia y la identidad cultural de los pueblos afectados por el conflicto armado interno, mediante la cultura, el arte y el diálogo intergeneracional.
