Los bancos de semillas no son otra cosa que colecciones de semillas de plantas conservadas, en las mejores condiciones posibles, fuera de sus lugares originales y alejadas de los ambientes en donde crecen naturalmente. Guardarlas en un banco de genes, implica que las semillas estén limpias, secas y guardadas en recipientes adecuados, porque son sometidas a temperaturas bajas.
Los bancos de semillas se crean para conservar la diversidad de las especies de plantas, sobre todo de las especies de cultivos de variedad genética, para poder desarrollar otras variedades, por ejemplo: desarrollo de cultivos resistentes a plagas. Prácticamente, estos son una póliza de seguros para el futuro de la agricultura.
Cobran más importancia, cuando se toma en cuenta que la diversidad de los cultivos, una vez pérdida, no se puede recuperar. Se deben implementar los bancos para recuperar, producir y conservar las semillas propias, que tienen la capacidad de reproducirse y que ya se encuentran adaptadas al clima.
El Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación tiene en el Instituto de Ciencia y Tecnología Agrícola (ICTA), institución responsable de generar y promover, la ciencia y las nuevas tecnologías agrícolas, un aliado para impulsar la investigación y la implementación de la tecnología para promover el desarrollo de la agricultura y beneficiar a las y los agricultores.
Gracias al ICTA, se cuentan con semillas mejoradas, las cuales desarrolla por medio del fitomejoramiento convencional. Desde 1976, el instituto ha adaptado y liberado más de 179 variedades e híbridos de cultivos básicos (maíz, frijol, arroz, trigo, etc.) y económicos (ajonjolí, brócoli, melón, etc.).
El MAGA cumple así con el objetivo 2 del plan estratégico “Una nueva siembra para el agro de Guatemala”, facilitar el acceso a infraestructura productiva, innovación, tecnología y servicios de apoyo a la producción, porque el pueblo digno es primero.