La papaya es un cultivo de papaya que se desarrolla mejor en climas tropicales y subtropicales, con temperaturas cálidas y abundante luz solar. Esta es una planta requiere de suelos bien drenados y ricos en materia orgánica, así como de un riego regular, especialmente en las etapas de floración y desarrollo de los frutos.
Su propagación puede hacerse por semillas y el crecimiento es rápido, con árboles que empiezan a dar frutos entre los nueve y doce meses después de la siembra. Para asegurar una buena producción, es importante proteger el cultivo de plagas, como la mosca blanca, y de enfermedades como la antracnosis, que puede afectar los frutos.
Además, las papayas son plantas sensibles al frío y las heladas, por lo que es fundamental mantenerlas en ambientes cálidos y protegerlas en climas más fríos. La cosecha se realiza cuando la fruta adquiere un color amarillo en su piel.
