Su presencia es imponente y es una de las estelas más admiradas. La original se encuentra en el Parque Arqueológico de Quiriguá, en Los Amates, Izabal, y como un homenaje a su valor se construyó una réplica en el Parque de la Paz Carlos “el Pescadito” Ruiz, para que todos los visitantes se deleiten.
Fue tallada en el año 771 d.C., mide 10.7 metros de altura (8.5 sobre el suelo y 2.2 bajo tierra) y pesa aproximadamente 65 toneladas, lo que la convierte en la estela maya más grande jamás encontrada. Estos monumentos eran esculpidos en sus cuatros lados. Poseen retratos humanos en sus caras más grandes y jeroglíficos en sus lados más pequeños.
Pero más allá de su tamaño, esta obra narra en piedra la grandeza de una civilización que transformó el conocimiento en arte y el tiempo en sabiduría. En sus grabados se inmortaliza al rey K’ak’ Tiliw Chan Yopaat, gobernante que llevó a Quiriguá a su máximo esplendor, marcando su independencia del dominio de Copán y reafirmando el poder político y espiritual del pueblo Maya.
Cada línea, cada símbolo, y cada trazo es un eco del pasado que nos recuerda que Guatemala es cuna de una de las culturas milenarias. Visitarla, estudiarla y preservarla es reconocer el legado que como guatemaltecos llevamos en la sangre. ¡Conoce la réplica de la Estela E visitando el parque de la zona 21!