Conocer el tipo de suelo es importante para la iniciar la siembra de toda clase de cultivos, ya sea en huertos o plantaciones, pues de acuerdo con el manejo del terreno y los diferentes componentes orgánicos que se le integran, se logra la obtención de un cultivo sano y de calidad. En Guatemala se tienen diferentes tipos de suelo, como los de origen volcánico, arenoso y mineral entre otros que existen.
En este espacio haremos referencia a la siembra en un suelo mineral, para lo cual se deben realizar varios procesos para logra que un cultivo se desarrolle radicularmente bien. Esto es sumamente importante indicó Josué Hernández, técnico del Viceministerio de Seguridad Alimentaria y Nutricional (VISAN), del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA).
Hernández recomienda, dentro de los primeros pasos a realizar para cultivar en tierra mineral, crear un tablón de cinco centímetros aproximadamente, el cual debe contener materia orgánica como hojarasca, tierra de otra región o tierra negra.
El terreno se rompe el suelo utilizando la técnica de curvas a nivel, para nivelarlo y acto seguido se incorpora la hojarasca o materia orgánica, la cual se deja reposar por al menos 24 horas. Luego de ello se vuelve labrar la tierra, agregando más tierra mineral y agua, para mantener húmeda el área y así iniciar la descomposición de la materia orgánica.
Posteriormente se vuelve a agregar tierra negra y se mezcla con los demás componentes del tablón, hasta lograr su nivelación. Luego se sigue agregando agua para mantener la humedad. Esto contribuirá a que los organismos de la tierra, como de la hojarasca, se mantengan activos y listos para la siembra.
Es así como el MAGA, cumple con el objetivo 1 del plan estratégico “Una Nueva Siembra para el agro de Guatemala”, incrementar la productividad, la disponibilidad, el acceso físico y económico a los alimentos de manera oportuna.