La cárcel conocida como “El Infiernito”, en Escuintla, que fue entregada por gobiernos anteriores a los criminales, ha quedado en el pasado con la toma del control de las instalaciones por las fuerzas policiales y penitenciarias. Su reconstrucción avanza para ser un verdadero Centro de Máxima Seguridad. Durante este proceso iniciado en junio, se reforzaron las medidas y se renovó por completo la guardia del Sistema Penitenciario (SP) para prevenir actos de corrupción y privilegios en el futuro.
Cada aspecto del proceso de remodelación de las instalaciones y los sistemas de control implementados fueron verificados hoy por el Ministro de Gobernación, Francisco Jiménez, junto a la Viceministra de Seguridad, Claudia Palencia, y el Director General del SP, Sergio Vela, tras su recorrido por las distintas áreas y sectores del centro penitenciario.
El Titular de la Cartera afirmó que serán recluidos en este recinto aquellos privados de libertad identificados de alta peligrosidad y con un alto impacto en la criminalidad dentro de la sociedad. Jiménez destacó que, bajo estándares de derechos humanos y de conformidad con las leyes vigentes del país, se implementarán medidas estrictas que garanticen el control total de los internos.
También, el Ministro subrayó que la siguiente fase será la entrega oficial de las instalaciones al Presidente Bernardo Arévalo, a quien le presentarán los procesos aplicados para la selección de los guardias penitenciarios que estarán destacados en el penal. “Estamos trabajando en la implementación de un modelo que garantizará un mayor control de los privados de libertad y evitará que sigan delinquiendo desde el interior de la cárcel” añadió.
La transformación de esta prisión consolida un avance significativo en el fortalecimiento de las medidas de seguridad y controles dentro de las prisiones del país. También en la eliminación de los privilegios que ostentaban los privados de libertad y la prevención de actividades delictivas coordinadas desde las cárceles.
