La esperanza y el desarrollo llegan a la Aldea El Carmen con la inauguración del nuevo edificio de la Escuela Preprimaria Anexa a la EORM, una obra que beneficiará directamente a más de 800 niños y niñas de la región. Esta moderna infraestructura garantiza mejores condiciones para el aprendizaje y representa una apuesta concreta por el futuro de las comunidades rurales de Guatemala, además se considera su uso posterior como un posible centro universitario.
La Aldea El Carmen, ubicada en uno de los municipios más poblados de San Marcos, enfrenta desde hace años importantes desafíos en materia de desarrollo humano, en especial en el ámbito educativo. Según datos del censo de 2018, Malacatán tiene más de 105,000 habitantes, de los cuales el 91 % vive en áreas rurales.
En este contexto, El Carmen —una zona con fuerte vocación agrícola y comercial— carecía de instalaciones educativas dignas: las aulas de la escuela preexistente estaban en malas condiciones, eran insuficientes y presentaban riesgos para la seguridad de los estudiantes, dificultando así el acceso a una educación de calidad.
A pesar de las reiteradas solicitudes de la comunidad, por años no se concretaron acciones efectivas. Fue hasta 2024 que el proyecto fue asumido como una prioridad nacional. Así, una iniciativa que había nacido como una idea en 2023 se convirtió en una inversión concreta que ahora mejora las condiciones de vida de cientos de familias guatemaltecas.
El proyecto de mejoramiento escolar consistió en la construcción de un edificio de tres niveles con capacidad para albergar a más de 800 estudiantes. Entre las características principales destacan:
- 13 nuevas aulas: distribuidas en cuatro en el primer nivel, cuatro en el segundo y cinco en el tercero, que garantizan mayor comodidad y capacidad educativa.
- Dos bodegas para almacenamiento de insumos y materiales.
- Remodelación de aulas existentes, ahora con mejores condiciones de iluminación natural y ventilación.
- Mejoras integrales en los servicios sanitarios, cumpliendo con estándares adecuados de higiene.
- Oficinas administrativas nuevas, para un funcionamiento más eficiente del centro educativo.
- Áreas recreativas, incluyendo un domo techado en la cancha, que facilitará el desarrollo deportivo, artístico y lúdico de los estudiantes.
“Para mí, esta nueva escuela representa más desarrollo para nuestra comunidad”, afirma Kimberly Gómez, estudiante de cuarto bachillerato. “Ahora tenemos mejores espacios, y eso se nota en nuestras clases. Incluso las canchas, que antes eran pequeñas, ahora nos permiten hacer más actividades físicas y compartir mejor con nuestros compañeros”.
Educación digna y desarrollo rural
La implementación del proyecto tiene un impacto inmediato y duradero, ya que más de 800 estudiantes de las jornadas matutina y vespertina accederán a espacios seguros, amplios y adecuados para su formación.
“Antes, cuando llovía, el agua se metía por los agujeros de las láminas del techo. Teníamos que correr a mover los escritorios para no mojarnos”, cuenta Enrique Ovalle, estudiante de cuarto bachillerato. “Ahora todo ha cambiado. Podemos estudiar y jugar tranquilos, sin preocuparnos por la lluvia. Da gusto venir a clases, porque sentimos que por fin alguien pensó en nosotros y en nuestro futuro”.
El objetivo central del proyecto es contribuir a una educación de calidad en las zonas rurales, a través de espacios seguros, inclusivos y dignos que promuevan el desarrollo integral de la niñez guatemalteca. Esta obra también refleja el compromiso del Gobierno de Guatemala, con el cierre de brechas históricas en el acceso a servicios básicos, como la educación, en comunidades marginadas.