Con el avance de los trabajos de mejoramiento en la carretera RD-GUA-12, entre los kilómetros 74 al 79 en Chuarrancho, Guatemala se encamina hacia una transformación vial que impactará directamente en el tiempo de traslado, la conectividad interdepartamental y la calidad de vida de más de 38,700 guatemaltecos.
Con una extensión de 5.5 kilómetros de concreto asfáltico entre la aldea San Bernardo y el puente La Canoa, representa una ruta alterna estratégica hacia Las Verapaces y el norte del país. Este corredor reduce el trayecto hacia Salamá de 154 a 116 kilómetros, lo que se traduce en un ahorro de casi dos horas de viaje en comparación con la ruta tradicional por El Rancho.
Este ahorro de tiempo no solo significa comodidad para los usuarios; representa una ventaja para responder a emergencias, acceder más rápido a centros de salud, movilizar productos agrícolas con mayor eficiencia y facilitar la logística de comercio regional.
“Nos podemos movilizar a la capital en menos tiempo; si hay algún enfermo, será más rápido llevarlo al hospital. Incluso podremos viajar con mayor facilidad hasta Petén”, señala Adolfo Santos, vecino de la zona.
Además del impacto en emergencias y salud, los vecinos también visualizan oportunidades económicas. “Vamos a tener más comercio, se fomentará el turismo e impulsará el comercio interno, además de viajar con mayor facilidad a Salamá”, expresó Aníbal Santos, quien destaca el potencial de desarrollo.
La obra, a cargo del Fondo Social de Solidaridad (FSS), incluye corte de sección, subbase, base, muros de contención, alcantarillas y tratamiento de subrasante, beneficiará a más de 38,700 personas en los departamentos de Guatemala y Baja Verapaz. Agricultores como Cecilio Córdoba reconocen el valor del tiempo en su trabajo: “Esta vía alterna será una gran ayuda para sacar nuestros productos. El beneficio es para todos”.
El Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (CIV) trabaja por una infraestructura que conecta y multiplica las oportunidades de desarrollo.