El evento, que celebró dos años de actividad ininterrumpida del programa Tardes de Arte, reunió a un público que, como señaló Fredy Sagastume, jefe de instituciones artísticas del Ministerio de Cultura y Deportes, se acercó a apoyar el arte nacional.
La marimba Korogi: El secreto de un sonido único
El corazón de esta singular presentación fue la marimba del maestro Yantuche. Se trata de un instrumento industrial “Korogi”, que se distingue por utilizar resonadores de metal en lugar de madera.
Esta característica confiere a ese instrumento un particular sonido de especial dulzura, crea una armonía maravillosa al combinarse con las tonalidades de los instrumentos de cuerda: los violines de Fernanda Castellanos y Ángel Vásquez, la viola de Ihunué de Gandarias, el violoncelo de Mónica Ortiz y el contrabajo de Luis Veliz. La percusión de Dany Bartolomín complementó el ensamble y permitió al maestro Yantuche realizar espectaculares solos.
Un exquisito recorrido por el repertorio nacional
La formación musical ofreció un repertorio que es un verdadero tesoro de la música guatemalteca. Transportó a la audiencia a la elegante solemnidad de los salones de baile de antaño.
El programa incluyó:
- Belarmino Molina: “Danzón” y “Recuerdo de un amigo”
- Mariano Valverde: El inmortal vals “Noche de luna entre ruinas”
- Germán Alcántara: “La flor del café”
- Jesús Castillo: “Fiesta de Pájaros”
La velada cerró con broche de oro y tocó fibras sensibles con melodías regionales muy queridas como “A orillas de Panajachel” de Everardo de León Cifuentes, y la emblemática “Luna de Xelajú”, del autor Francisco “Paco” Pérez. La belleza de las interpretaciones dejó una huella indeleble en la memoria del público asistente.