El 2024 marcó un año de importantes avances para la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional (SESAN) de la Presidencia de la República, que a través de un trabajo coordinado con diferentes actores a nivel territorial, logró mejorar la respuesta institucional frente a la desnutrición aguda y llevar asistencia alimentaria a más familias en comparación con el 2023.
Más familias reciben apoyo alimentario: un salto del 82%
Gracias a la ampliación de la cobertura y un mejor enfoque, 787 mil 545 familias fueron identificadas para recibir raciones alimentarias, esto equivale a un 82 por ciento más que en 2023. Este incremento refleja el compromiso de la SESAN en cumplir su rol coordinando con el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA) el derecho a la alimentación para miles de hogares guatemaltecos en situación de vulnerabilidad.
El compromiso municipal crece
El trabajo conjunto entre la SESAN y los gobiernos locales, a través de las Comisiones Municipales de Seguridad Alimentaria y Nutricional (COMUSAN), permitió que en 209 municipios se gestionara asistencia alimentaria, superando en 83 por ciento la cifra alcanzada en 2023. Esta colaboración interinstitucional ha sido clave para llevar respuestas más rápidas y efectivas a las comunidades necesitadas.
Acciones rápidas contra la desnutrición aguda, aprovechando la tecnología
Bajo la coordinación de la SESAN se avanzó significativamente en el abordaje de la desnutrición aguda gracias a la creación de 28 Mesas Técnicas Municipales, que priorizaron 244 comunidades. La innovación tecnológica también fue un aliado estratégico y se aprovechó mediante el desarrollo de un sistema de códigos QR y un tablero interinstitucional para agilizar la obtención de listados nominales de niños y niñas afectadas, lo que facilitó la respuesta de acciones.
Más allá de los alimentos: agua segura y saneamiento para las familias
La atención integral a la desnutrición aguda incluyó un aumento de las coordinaciones interinstitucionales con el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) para realizar la vigilancia de la calidad del agua, con actividades como la verificación de cloración en los sistemas comunitarios y la limpieza de tanques de captación así como la reactivación de proyectos de cloración, mientras que a través de instituciones como el MIDES se coordinó la distribución de eco-filtros y letrinas. Estas medidas están transformando el acceso al agua segura en las comunidades que más lo necesitan.