En apoyo a las acciones que se impulsan en el país para garantizar el bienestar de la población, y el de aves de las granjas avícolas, el Programa Nacional de Sanidad Avícola del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA) implementa estrictas medidas de bioseguridad para prevenir la propagación de enfermedades entre los animales.
Dichas normas se ejecutan en prácticas de manejo diseñadas para minimizar la entrada, diseminación y salida de agentes patógenos que puedan afectar la sanidad en la unidad de producción avícola, ya sea de traspatio o granja.
Estas medidas de bioseguridad son fundamentales para prevenir la propagación de enfermedades infecciosas entre las aves y mantener la bioseguridad en las granjas registradas en Guatemala.
Los productores y propietarios de granjas deben cumplir con estas prácticas y seguir las regulaciones establecidas, para garantizar la seguridad alimentaria de la población guatemalteca, promoviendo así un sector avícola más seguro y sostenible en el país.
El acuerdo ministerial 131-2005 en su Artículo 6 establece que todas las unidades de producción avícola deben cumplir con: programas de control de roedores y vectores, programas de manejo y proceso de desechos sólidos y líquidos, mantener registros de ingreso y egreso de personas, medios de transporte, de inspección sanitaria, producción y movilización entre otros.
