Dos joyas con valor universal
La Antigua Guatemala fue reconocida por su valor histórico y arquitectónico. Su trazo urbano colonial y la belleza de sus iglesias, conventos y plazas ilustran la arquitectura colonial, renacentista y barroca. Pese a los terremotos que marcaron su historia, la ciudad conserva su esencia y quien la visita vive un viaje al pasado.
Por su parte, el Parque Nacional Tikal, ubicado en Petén, recibió el reconocimiento por su doble valor cultural y natural. Fue uno de los principales centros de la civilización maya, con templos monumentales, plazas ceremoniales y una arquitectura que evidencia el desarrollo político, religioso y artístico de esta civilización. Además, se encuentra rodeado por una extensa selva tropical que alberga una gran diversidad de flora y fauna.
Un legado que trasciende fronteras
De acuerdo con la UNESCO, estos lugares poseen un “valor universal excepcional”, lo que significa que su importancia va más allá de las fronteras nacionales.
Tanto La Antigua Guatemala como Tikal son el vivo ejemplo de cómo los lugares cuentan historias. Mientras una representa la herencia colonial que dio forma a las ciudades latinoamericanas, la otra conserva el legado ancestral de los pueblos mayas en equilibrio con la naturaleza.
