La papa es un cultivo de gran relevancia en el país, no solo por su aporte a la seguridad alimentaria, sino también por sus beneficios nutricionales, económicos y culturales. Este tubérculo es una excelente fuente de carbohidratos, vitaminas (especialmente vitamina C y del complejo B), además de minerales como el potasio.
Todo ello convierte a este tubérculo en un alimento energético clave para una dieta equilibrada. Más allá de su rol en la alimentación diaria, la papa también tiene aplicaciones tradicionales y cosméticas. En muchas comunidades guatemaltecas se prepara el atol de papa, una bebida espesa y caliente que aprovecha sus propiedades nutritivas para brindar energía a niños y adultos.
En el ámbito del cuidado personal, la papa se utiliza para la elaboración de jabones artesanales, reconocidos por sus propiedades para la piel. Gracias a sus antioxidantes y compuestos naturales con efecto despigmentante, estos jabones ayudan a aclarar manchas, unificar el tono, hidratar y suavizar la piel.
Así, la papa destaca no solo como un pilar en la alimentación, sino también como un recurso valioso en la medicina tradicional y el cuidado natural.