Desde que los rayos del sol inundan la plaza, el corazón del pueblo agricultor late fuerte entre toldos, voces alegres y canastas rebosantes de vida: es la feria del agricultor. Un evento que no solo es un mercado: es un arcoíris de colores, sabores y tradiciones que pintan de alegría cada rincón.
Entre el rojo vibrante del tomate, el amarillo dorado del plátano maduro y el verde fresco del cilantro recién cortado, los pasillos se transforman en un verdadero arcoíris campesino. Cada fruta, cada verdura, cuenta una historia de tierra fértil, de manos trabajadoras y de cultura viva.
La Feria del Agricultor contribuye a promover cadenas de valor y vínculos comerciales, acciones que el Ministerio de Agricultura Ganadería y Alimentación (MAGA), impulsa promoviendo estas actividades en diferentes regiones del país.
Y es que en cada feria se celebra algo más que el comercio: celebra la identidad guatemalteca. La que reflejada en la diversidad de productos que brotan de nuestros campos.
En tiempos donde lo rápido y lo enlatado dominan, la feria del agricultor nos recuerda que lo más rico viene directo de la tierra.
Y como parte de la estrategia “Una nueva siembra para el agro de Guatemala”, el MAGA cumple así con uno de los objetivos estratégicos: promover cadenas de valor inclusivas, la empresarialidad rural y vínculos comerciales. Porque el pueblo digno es primero.