El queso fresco es un lácteo de pasta blanda, popular en muchas culturas, especialmente en la cocina latinoamericana. Se elabora a partir de leche de vaca, cabra u oveja. Su proceso de producción implica coagulación, escurrido y salado, lo que resulta en un queso de tipo suave y ligeramente ácido.
Esta variedad destaca por su sabor fresco y ligero, el cual lo hace ideal para acompañar ensaladas, tacos y platillos tradicionales. Además, es una fuente de proteínas y calcio, lo que contribuye a una dieta equilibrada. Su bajo contenido de grasa, en comparación con otros quesos, lo hace muy atractivo.