El romero (Rosmarinus officinalis) es una planta aromática muy apreciada en Guatemala por su uso en la gastronomía, en la medicina tradicional y también es ornamental. Su cultivo es ideal en climas templados, siendo común en áreas montañosas del altiplano guatemalteco, pues se aprovechan las condiciones de suelos bien drenados y altitudes superiores a los 1,000 metros sobre el nivel del mar.
El romero es resistente a sequías y plagas, lo que facilita su manejo y reduce los costos de producción. Además, su propagación se realiza mediante semillas o esquejes, ofreciendo una opción accesible para pequeños productores.
La demanda de romero en Guatemala ha crecido gracias a su versatilidad en diferentes industrias, lo que ha impulsado su producción local y exportación. Los agricultores que cultivan romero suelen integrarlo en sistemas agroecológicos, debido a sus beneficios como repelente natural de plagas y su bajo requerimiento de insumos.
Hoy se tienen nuevas oportunidades de negocio en productos derivados como aceites esenciales, tés y cosméticos. Este cultivo no solo representa una fuente de ingresos sostenible, sino que también contribuye a la diversificación agrícola y a la conservación del suelo.