Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) a nivel global, entre un cuarto y un tercio de los alimentos producidos anualmente para consumo humano se pierde o desperdicia. Esto equivale a cerca de 1 mil 300 millones de toneladas, lo que incluye el 30 por ciento de los cereales, entre el 40 y el 50 por ciento de las raíces, frutas, hortalizas y semillas oleaginosas, el 20 por ciento de la carne y productos lácteos y el 35 por ciento de los pescados. Las pérdidas y los desperdicios de alimentos dependen en gran medida de las condiciones específicas y situación de cada país y su cultura.
El desperdicio de alimentos se ha convertido en una preocupación social y ambiental, pues para su producción se necesita de energía y agua para cultivarlos, cosecharlos, transportarlos y empacarlos, recursos que se pierden al no aprovechar los alimentos.
Es necesario comprender el impacto que esto tiene y emprender acciones que permitan un cambio positivo para nosotros y para el planeta. Estas son algunas ideas:
- Comprar solo lo necesario: es útil hacer una lista de alimentos que hagan falta y comprar exclusivamente estos.
- Elegir frutas y verduras “feas”: su forma no altera su sabor ni los nutrientes que contiene y que aportará al comerlas. Si las frutas están muy maduras se puede aprovechar su azúcar natural y utilizarlas en postres.
- Conservar los alimentos: guardar los alimentos en lugares seguros y libres de calor y humedad.
- Menos es más: cuando sea el momento de servir los alimentos, es mejor empezar con porciones pequeñas.
- Aprovechar la comida: en caso de no consumir todo lo preparado, conviene guardarlo de manera adecuada, para posteriormente reutilizar esos excedentes en otras preparaciones.
- Compartir: a veces hay excedentes de alimentos en casa, compartirlos contribuye no solo a reducir la pérdida y el desperdicio, sino que también a combatir la inseguridad alimentaria en aquellas personas con acceso limitado a alimentos de calidad.
Es importante exponer el tema, solo hablando sobre la problemática se genera conciencia y se da un cambio de comportamiento.