Constantemente se desconoce la diferencia entre desnutrición aguda y desnutrición crónica. En esta publicación ofrecemos una explicación con sus características clínicas para identificarlas y evitar propagar desinformación.
Primero es importante explicar que es conveniente incorporar la perspectiva de malnutrición en este ámbito. Esta incluye tanto los diferentes tipos de desnutrición como el sobrepeso y la obesidad. Esta nueva visión está incluida en la recientemente actualizada Política Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional 2022-2037 de Guatemala.
Volviendo al punto: desnutrición crónica “es el resultado de desequilibrios nutricionales sostenidos en el tiempo, está relacionada con dificultades de aprendizaje y menor desarrollo económico. Se refleja en la relación entre la talla del niño y su edad, de acuerdo con los estándares de crecimiento de la Organización Mundial de la Salud -OMS-”. (OMS)
En tanto, la desnutrición aguda “es el resultado de pérdida de peso asociada con períodos recientes de hambre o enfermedad, que se desarrolla rápidamente”. (MSPAS Guatemala 2018).
En otras palabras, la desnutrición crónica está asociada a una baja talla para la edad. Esto quiere decir que el niño tiene un retraso en su crecimiento, pero además muestra otros signos como la disminución de capacidades mentales y productivas que le afectarán el resto de su vida.
En Guatemala, el registro oficial de los casos de desnutrición crónica se encuentra en la “Encuesta Nacional de Salud Materno Infantil –ENSMI- realizada en el año 2015, que puede ser descargada en https://portal.siinsan.gob.gt/desnutricion-cronica/.
Ahora bien, la desnutrición aguda está marcada por una reciente falta de alimentos que genera pérdida de peso, piel reseca, uñas quebradizas y cabello seco, además los huesos del individuo sobresalen. Todo se produce en un corto período de tiempo.
Esta se divide en moderada, que se mide a través del peso, y la severa o grave, que se mide a través de la altura, peso y perímetro del brazo.
Según un estudio realizado por el Instituto de Nutrición de Centroamérica y Panamá –INCAP-, con apoyo del Colegio de Médicos y Cirujanos de Guatemala, la Universidad de San Carlos –USAC-, el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social –MSPAS- y el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social –IGSS-, la desnutrición aguda severa se clasifica en marasmo, kwahiorkor y kwahiorkor marasmático.
El marasmo se caracteriza por una marcada delgadez y considerable reducción de grasa (con hasta 60 por ciento menos del peso esperado), tienen baja estatura, cabello seco y delgado.
En el caso del kwashiorkor su principal característica es el edema suave generalmente en pies, tobillos y piernas. Los pacientes pueden estar pálidos y tener las extremidades frías además, con frecuencia son apáticos e irritables.
El estudio también recoge el kwashiorkor marasmático, que es una forma de desnutrición edematosa que combina las características clínicas de ambos males, siendo “las principales manifestaciones el edema del kwashiorkor con o sin lesiones cutáneas, y la emaciación muscular y subcutánea del marasmo.
El registro oficial de casos de desnutrición aguda en Guatemala se puede visualizar en la página https://portal.siinsan.gob.gt/desnutricion-aguda/, el cual lleva una constante actualización semana a semana.
Además de la desnutrición crónica y la aguda, también existe la desnutrición global, la cual, según el Instituto de Nutrición de Centroamérica y Panamá –INCAP- y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe –CEPAL– la describen como bajo peso para la edad del individuo.
Conocer los tipos de desnutrición existentes permite ejecutar acciones y planes que contribuyan a prevenir este flagelo.