Guatemala, 4 diciembre de 2020. El Embajador guatemalteco en Tailandia, Carlos Jiménez Licona, visitó la empresa “Ceresia Coffee Roasters”, que comercializa café guatemalteco en su “specialty coffee shop” en la ciudad de Bangkok, Tailandia.
Esta empresa compra el producto guatemalteco cultivado en las fincas Santa Isabel y El Regalito a través de una empresa intermediaria con sede en Singapur. Se espera que en un futuro puedan realizar la importación de manera directa.
En Tailandia el consumo de café crece un cinco por ciento anualmente y la producción interna solamente cubre una quinta parte de la demanda local, lo que crea oportunidades para los exportadores de café de Guatemala que se interesen en el mercado tailandés.
Esta visita de cortesía y de trabajo fue parte del Programa de Diplomacia Comercial del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Esta labor comprende el establecimiento de una serie de contactos que se están desarrollando con empresas dedicadas a la comercialización del café, con el propósito de promover el incremento de las exportaciones guatemaltecas a Tailandia.
El Embajador Jiménez Licona presentó a finales de octubre sus cartas credenciales al Rey Maha Vajiralongkorn Phra Vajiraklaochaoyuhua.
La reciente apertura de la misión de Guatemala en Tailandia tiene como un objetivo central impulsar la estrategia de diplomacia comercial en el Sudeste Asiático para ampliar las oportunidades de las exportaciones guatemaltecas, el turismo y la atracción de inversiones.
Tailandia es un país de 66,4 millones de habitantes, con una edad media de 39 años y una tasa de desempleo de 1 por ciento. La población en pobreza es de 9 por ciento y cero en pobreza extrema, según datos del Banco Mundial. El idioma oficial es el tailandés y la religión es budista.
El PIB total es de 543.7 millones de dólares, con un PIB Per Cápita de 7,843 dólares. El crecimiento del PIB en 2019 fue de 2.4 por ciento. El sector Servicios es el de mayor participación en el PIB con 58.6 por ciento. Le sigue la industria y construcción con 33.4 por ciento y, en menor proporción, la agroindustria con 8 por ciento.