Estocolmo, Suecia, 6 de junio de 2022. El pasado 3 y 4 de junio, funcionarios de la Misión Diplomática de nuestro país en Suecia participaron en la conferencia internacional Estocolmo+50, en representación de la presidencia que Guatemala ostenta del Consejo de Ministros de la Asociación de Estados del Caribe (AEC).
Durante su intervención, el embajador Georges de la Roche enfatizó: “Como comunidad internacional estamos obligados a actuar con urgencia bajo el Principio de Responsabilidades Comunes pero Diferenciadas y Capacidades Respectivas para garantizar que esta interconexión se integre a todo nivel, reafirmando con soluciones socio-económicas basadas en los ecosistemas, incluidas las soluciones basadas en la naturaleza, la importancia de un entorno saludable para sustentar las oportunidades de desarrollo sostenible actuales y futuras”.
Asimismo, destacó que se debe avanzar de manera acelerada, contundente y firme para aumentar la capacidad de adaptación, y asegurar recursos para pérdidas y daños, y promover la resiliencia en nuestras comunidades, a fin de empoderar a la población y tomar decisiones pensando en el medio ambiente y en el planeta que vamos a legar a las futuras generaciones.
De esta manera se puso de manifiesto la vital importancia del mar Caribe como activo común de nuestros pueblos y el papel unificador que ha desempeñado en nuestra historia e identidad. “Reconocemos que los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo, las Zonas Costeras del Gran Caribe y el istmo centroamericano y en particular las comunidades en que habitan los pueblos indígenas, originarios y afrodescendientes, constituyen las regiones de mayor riesgo en el mundo ante los impactos del cambio climático”, indicó el embajador guatemalteco.
Guatemala participó también en el diálogo “Lograr una recuperación sostenible e inclusiva de la pandemia de enfermedad por coronavirus”, en el que se llamó a fortalecer las cadenas de valor, aumentar la productividad y la innovación. Se destacó la importancia de los mecanismos forestales y agrícolas basados en incentivos que promueven la conservación y el uso sostenible de los recursos naturales, beneficiando económicamente a las comunidades locales responsables de su cuidado.
La conferencia Estocolmo+50 contó con la participación de los Estados miembros y observadores de las Naciones Unidas, organizaciones intergubernamentales, instituciones financieras internacionales y otras organizaciones no gubernamentales, incluyendo miembros de la sociedad civil, comunidad científica, juventud, entre otros.